miércoles, 6 de noviembre de 2013

Vacaciones en la Ruta de los 7 Lagos

Después de la lluvia llego el buen tiempo, y vaya que si ha estado bueno! 
Antes de seguir quería agradecer los comentarios y los ánimos recibidos a través del blog, motivan a seguir volando por esta patagonia así como a seguir contándolo por aquí, espero que por lo menos les entretenga un rato y los traiga un poco "acá" con nosotros.
Como iba diciendo salimos de San Martín de los Andes acompañados del frescor de la mañana en un día verdaderamente radiante. La ruta recorre una inmensa zona boscosa llena de ríos y lagos de aguas cristalinas y grandes truchas. Dado que la previsión daba buen tiempo decidimos tomarnos unas vacaciones y recorrer los 110 km que tiene la ruta con la calma y el disfrute que semejante lugar requiere, así que compramos víveres y nos preparamos para vivir durante tres días en el bosque. A pesar de ello, de detenernos en los lagos e incluso de bañarnos en uno de ellos ante la sorpresa de los lugareños, (el agua esta fría de c...), el primer día llegamos hasta el lago Falkner a 50 km de San Martín, con lo que en el primer día de "vacaciones" ya habíamos hecho casi la mitad.
 Natación en el lago Hermoso
Hemos coincidido en la ruta con un jubilado canadiense que quiere dar la vuelta al mundo, de momento lleva 2 años y medio desde que salió de su casa en el norte, cuando llegue a Tierra del Fuego volará a Australia. Su familia lo visita de vez en cuando y nos contó que un amigo le paga una noche de hotel a la semana, es una buena idea, hemos pensado que a nosotros con una al mes nos basta así que dejo el número de cuenta para los posibles interesados jajaja. También con una pareja de argentinos que hicieron esta ruta en camioneta el año pasado y vieron a ciclistas haciéndola, a raíz de ahí tomaron la decisión de cambiar un poco su vida, dejaron de  fumar, compraron bicis, sacos de dormir y tienda y empezaron a hacer pequeños viajes en bici. Aquí están por una semana disfrutando de esta nueva experiencia. Saben una cosa que tenemos en común con el canadiense y los argentinos? Pues el menú ciclista por supuesto!! Pasta con atún.
En la ruta de los siete lagos, hemos dormido cada noche junto a un lago, la primera en San Martín, junto al Lácar, la segunda en el Lago Falken (tras el baño en el lago Hermoso) y la tercera en el lago Espejo. Han sido noches tranquilas, con el sonido del lago de banda sonora, un sonido suave, apenas perceptible pero que te va relajando y, cuando te das cuenta ya estás dormido.
El día a día que llevamos normalmente de viaje es el siguiente: nos despertamos sobre las 6:25 ó 6:30 más o menos, empieza a estar claro y como nos acostamos pronto pues se abre el ojo sólo. Aquí personalmente disfruto mucho un ratito desde que me despierto hasta que me levanto, siento el frío que hace fuera del saco, escucho a los pájaros alborotados con el nuevo día, o simplemente recuerdo lo vivido los días anteriores. Sobre las 7 salgo del saco y a ve estires de ciclista toca, eso si, abrigado. Este es el momento más frío del día, me pongo el culotte, la malla, camiseta, polar y plumas así como gorro y alguna vez incluso guantes. Una vez fuera de la tienda toca empaquetar todo en las alforjas y preparar el desayuno, a veces té con galletas o a veces con pan y mermelada, dependiendo de los suministros disponibles. A partir de ahora toca cola-cao que acabo de comprar!! Jesús toma café que encontró con un poco de azúcar ya mezclado. Una vez que hemos desayunado recogemos el hornillo y las tazas y por último desmontamos la tienda. Si ha hecho frío la diferencia de temperatura del exterior con el interior hace que nuestra respiración condense un poco de humedad en el interior del doble techo así que dejamos la tienda siempre para el final y así la recogemos seca. Salimos sobre las 8 u 8:30 (algún que otro día hemos arrancado a las 9) y en función de lo dura que sea la etapa sobre las 10:30-11:00 hacemos una pausa para una manzana, galleta o lo que se tercie. Sobre la una paramos a por el almuerzo, puede ser bocadillo, ensalada de arroz o pasta hec a la noche anterior o unas galletas saladas y un trocito de queso como en el día de ayer (fue lo único que encontramos). Tras el "megaalmuerzo" seguimos algunas horas más hasta encontrar un lugar idóneo para poner la tienda, generalmente sobre las 5:30 más o menos, desempaquetamos todo otra vez y una vez montada la tienda y puesha la ropa de abrigo nos dedicamos a hacer fotos, pasear, hablar con la gente (si es que hay alguien) o simplemente revisar el mapa o descansar. Luego toca cena y después de fregar nos disparamos al saco ya que generalmente hace una rasca de la buena. Salvo que llueva dejamos las puertas de la tienda abierta, sólo cerramos mosquitera, así con abrir un ojo tenemos las estrellas a la vista.
 Amanecer junto al Lácar
De momento es relativamente fácil conseguir wifi con lo que puedo escribir aquí desde el móvil y subo las fotos cuando encontramos un ciber, ya todas las entradas tienen fotos salvo esta, que tendrá las correspondientes con sus lagos y bosques cuando consigamos un "computador" un poco más adelante, un poco más rumbo al sur.