Cruzar el Salar de Uyuni es un ejercicio de paciencia y de tesón. Partimos desde el pueblo de Llica al Noroeste del Salar y nos adentramos en el salar con la misma cantidad de emoción como de incertidumbre. Según el mapa debíamos seguir rumbo este al principio y luego sur para llegar a la isla de Incahuasi (la casa del Inca). Durante la travesía por el mismo no vimos bicho viviente alguno lo que sinceramente me gustó, el salar fue nuestro durante las 6 horas que tardamos en cruzarlo, no había nadie allí y no lo deseábamos. Fue una etapa dura sobre todo de cabeza porque aunque somos 4, viajar en bici tiene mucho componente de soledad. Te paras a sacar una foto o a beber agua y ya estás solo, y eso en el salar de Uyuni es verdaderamente solo.
A medida que íbamos avanzando veíamos aparecer en el horizonte pequeñas rocas que iban creciendo hasta convertirse en Islas (isla Pescado, isla Pía Pía...) así hasta que comenzó a emerger IncaHuasi, nuestro destino para ese día. Al llegar nos relajamos al sol mientras esperábamos a que los turistas abandonaran en sus jeeps la isla a medida que se hacía tarde. Nos quedamos en el refugio que hay en la isla (según nos contaron sólo para personas que lleguen sin vehículos a motor) y despues de una merienda cena nos preparamos para el atardecer en la isla.Tras fotografiar el atardecer y dar un paseo por el salar nos reunimos con los habitantes de la isla (Alfredo y su familia) y con una ciclista francesa llamada Aurora que viajaba sólo con su perre Lela y que iba trabajando de voluntaria dada su condición de pedagoga en diferentes pueblos durante su viaje. No se si la volveremos a encontrar en nuestro camino rumbo al sur. Al día siguiente salimos muy temprano y recorrimos los 100 km hasta la ciudad de Uyuni donde nos aseamos, lavamos ropa y cenamos pizza!!! Durante la travesía por el salar se acuerda uno de la familia y amigos y de los que ya no están pero que igual desde aquí parecen más cerca. Un saludo a todos y seguimos rumbo sur.
Que dientes más largos se me están poniendo!!
ResponderEliminarÁnimo chicos, disfrútenlo...
Saludos, Damián.